Gran Bretaña, la madre de todas las revoluciones

Raúl TorricoRaúl Torrico.-  Según Eric Hobsbawn, la Revolución Industrial iniciada en Inglaterra fue probablemente el evento más importante de la Historia. Ciertamente, la revolución holandesa de 1688 modernizó la Gran Bretaña (GB) pero la revolución industrial modernizó el mundo.

Si bien otros países estaban más adelantados en lo que a Ciencia se refiere, fue en Inglaterra donde los inventores, mecánicos, artesanos de cosas prácticas florecieron y justamente ellos (no los teóricos) dieron rumbo a la citada revolución.

En este sentido, el carbón fue un regalo. En el año 1500 Inglaterra se quedaba sin árboles (bosques) para calentar sus casas y fue precisamente ese cambio de madera a carbón lo que marcó la ruta a seguir, aunque el carbón fuera algo sucio, peligroso y aportaba baja remuneración a quienes lo explotaban.

En 1712 Thomas Newcomen y luego James Watt en 1716 inventaron y mejoraron una máquina que con la energía que producía el agua calentada por carbón se convirtió en el motor a vapor. Un paso enorme hacia la industrialización dado que esos motores a vapor serían utilizados en fábricas de textiles y a la postre servirían para impulsar toda la economía de Gran Bretaña hacia adelante.

Paralelamente, tenemos que en 1688 la GB había sido bendecida por la Gloriosa Revolución que la dotó de dos grandes pilares: a/ el régimen parlamentario que representó un gran cambio de la monarquía absoluta a la monarquía constitucional b/el capitalismo de mercado.

A mediados del siglo XVIII, se produjo un cambio estremecedor en Gran Bretaña. Esta singular isla amplió su poder e influencia a las nuevas colonias difundiendo sus ideas a lo largo y ancho del mundo. El inglés se convirtió en la lengua global y GB se transformó en el eje del Liberalismo en el mundo; además, dominó los mares, economías y definió la cultura, los deportes e incluso que hacer con el tiempo libre.

Durante el reinado de la Reina Victoria (1837-1901) el país creció a gran velocidad dado que la productividad, así como los ingresos de la población aumentaron de manera relevante.

También la población superó metas: en 1801, el primer censo registró 10 Millones de habitantes en tanto que un siglo después se triplicó a 30 millones, incluyendo los inmigrantes que buscaban nuevas oportunidades.

Otro hecho de envergadura fue viajar en tren. Inicialmente solo las élites podían hacerlo, pero poco después llegó a las masas gracias a una ley aprobada por el Parlamento que hizo posible a los ingleses de menores recursos participar en la revolución del transporte.

Igualmente, el manejo del tiempo fue algo novedoso. Tener un reloj pulsera en el siglo XIX equivalía a un teléfono inteligente de hoy ya que se podía programar la hora para tomar trenes y ferries así como convenir citas y medir cuanto tiempo del día se utilizaban en diversas tareas. El reloj terminó con el malhadado caos de los días y puso orden en la vida. Al medir el trabajo los ingleses podían conocer cuánto tiempo libre disponían para otras actividades (ocio).

El aumento del poder de compra de los británicos unido al tiempo disponible los llevó a disfrutar no solo de café, té, azúcar sino también a deleitarse de hábitos como visitar las grandes capitales. Las vacaciones también fue algo innovador para la gente promedio.

Asimismo, la industrialización aportó mejoras en la educación pues en 1833 el gobierno británico dictaminó que los niños trabajando en fábricas debían recibir dos horas diarias de educación.

De la misma manera, los deportes resultaron ser la curación a cualquier signo de crónica inestabilidad como golpes de Estado y revoluciones que tanto preocupaban al noble francés Pierre de Coubertin; este señor vio en el deporte como llevar la competitividad humana a ser “una rivalidad pacífica” en lugar de una batalla con armas. Pierre de Coubertin estableció los modernos Juegos Olímpicos en 1896.

Ahora volvamos a la revolución industrial propiamente dicha.

La primera actividad económica que se transformó gracias al motor a vapor fue la industria textil la cual reclutó no solo mujeres adultas sino también jóvenes de forma tal que constituyó el primer paso para la liberación de la mujer aun cuando sus jefes las explotaban en las fábricas pagando salarios inferiores a los hombres.

No todo era color de rosa. Hubo importantes quejas en cuanto al impacto que la revolución con sus “satánicos aparatos” estaban ocasionando en la “Inglaterra verde y placentera”. Sin embargo, conviene remarcar que el mundo antes de la citada revolución no era un paraíso y aunque los trabajadores no eran bien tratados también es cierto que tenían mucho mejores condiciones que sus ancestros.

Desde el punto de vista político tenemos que los Whigs (izquierda) apoyaban la industria urbana en tanto que los Tories (derecha) abogaban por la agricultura y modos tradicionales. Posteriormente, los Tories cambiaron de nombre a conservadores y defendían el Capitalismo mientras que los Whigs se convirtieron en liberales y pasaron a defender la revolución industrial creando un Estado enorme que se transformó en el Estado Bienestar durante el siglo XX (socialdemocracia).

En 1851, Gran Bretaña estaba en la cima del mundo y en ese momento se planteó que clase de civilización podía producir todas estas tecnologías: un mundo abierto a todo o un mundo cerrado de máxima eficiencia y orden sin privacidad alguna donde todo era vigilado en verdad, no estaba claro que tipo de sociedad producirían las nuevas tecnologías.

Entonces, apareció John Stuart Mill quién señaló que había que pasar de una sociedad donde se abandonó al pobre y vulnerable a otra sociedad que los protegiera de tal forma que el liberalismo inglés dejó atrás el “laissez-faire” y se concentró en los sindicatos de trabajadores y las regulaciones creando lo que a la postre sería la Seguridad Social del partido de los Trabajadores (antes partido Liberal).

Para concluir resaltemos que la economía y tecnología británicas dejaron huella con varios acontecimientos como la Armada Real que se convirtió en las más grande y avanzada flota del mundo lo que aseguraba la cadena de suministros para la economía; igualmente, los cables subterráneos para telégrafos fueron el primer sistema de comunicaciones global de alta velocidad el cual conectaba todas las colonias británicas. En adición, se anexaron grandes territorios de África gracias a las armas automáticas y las medicinas modernas para protegerse de las enfermedades tropicales, el Imperio Británico en su momento cúspide cubría ¼ de a superficie de la Tierra, así como también aconteció que un ¼ de la población mundial vivía bajo su mandato.

El resto de Europa tenía una economía predominantemente agrícola siendo Bélgica el primer país en copiar el fenómeno de la industrialización, le siguieron Francia en 1840 y Alemania.


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