El Gobierno de Donald Trump formalizó este miércoles la entrada en vigor de aranceles del 15% a los automóviles y autopartes procedentes de la Unión Europea (UE), una medida que se aplica con carácter retroactivo desde el 1 de agosto y que reconfigura el comercio transatlántico en uno de los sectores más sensibles.
El aviso oficial publicado por el Departamento de Comercio y la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) confirmó la modificación del calendario arancelario. El documento establece que los vehículos y componentes europeos quedan sujetos al nuevo impuesto, en el marco del acuerdo alcanzado a finales de julio con Bruselas.
Aunque la Casa Blanca había anunciado el pacto semanas atrás, los fabricantes europeos estaban a la espera de la comunicación oficial que detallara las condiciones y posibles exenciones. El retraso en la publicación había generado incertidumbre en el sector, especialmente entre las automotrices alemanas con fuerte presencia en el mercado estadounidense.
Exenciones estratégicas
El documento también incluye una larga lista de productos europeos que quedan libres de los aranceles, como el corcho —considerado un recurso natural no disponible en Estados Unidos—, aeronaves y piezas de aeronaves, así como medicamentos genéricos y sus precursores químicos. Washington justificó estas excepciones bajo el argumento de proteger sectores estratégicos para la industria y el consumidor estadounidense.
La decisión se inscribe en la estrategia de Donald Trump de renegociar los términos del comercio internacional en favor de Estados Unidos. El mandatario ya había impuesto aranceles a China y a otros socios comerciales, argumentando que buscaba corregir “desequilibrios injustos” y recuperar empleos en la manufactura.
En el caso de Europa, la medida amenaza con tensionar nuevamente las relaciones con Bruselas, que había apostado por una negociación para evitar un enfrentamiento similar al que se dio con Pekín en 2019. Por ahora, la Comisión Europea no ha anunciado contramedidas, aunque varios gobiernos del bloque han advertido sobre el impacto que los nuevos aranceles pueden tener en el sector automotriz, uno de los más relevantes para la economía comunitaria.
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Impacto en la industria automotriz
La UE exporta cada año automóviles por un valor superior a los 40.000 millones de dólares a Estados Unidos, principalmente desde Alemania, Italia y España. Expertos señalan que el arancel del 15% encarecerá los vehículos europeos en el mercado estadounidense, lo que podría beneficiar a los fabricantes locales y a marcas asiáticas con plantas en suelo norteamericano.
Para los consumidores estadounidenses, el resultado podría traducirse en un aumento de precios y una menor oferta de modelos importados, en especial en el segmento de lujo.
