El crudo Merey, referencia de exportación para Venezuela, cerró agosto con una caída de 1,92 dólares por barril frente a julio, para ubicarse en 56,22 dólares, según el último informe mensual de la OPEP.
Con este ajuste, el Merey no solo acumula la mayor baja entre varios componentes de la cesta, sino que además continúa como el petróleo más barato dentro del grupo de referencia del cartel, muy por debajo del promedio del OPEC Reference Basket (ORB), que terminó en 69,73 dólares por barril.
Factores detrás de la caída
La OPEP atribuyó la debilidad del Merey a la presión general en los mercados de crudo durante agosto, marcada por una fuerte ola de ventas en los futuros y por márgenes de refinación más débiles en Asia y Europa.
Sin embargo, el retroceso del Merey fue más profundo que el de otros crudos medianos y pesados, reflejando los descuentos adicionales que suele enfrentar el petróleo venezolano por su alta densidad y contenido de azufre.
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Brecha con otros crudos
Mientras el Merey se hundió a niveles de 56 dólares, otros crudos latinoamericanos y africanos como el Bonny Light nigeriano (70,27 dólares) o el Isthmus mexicano (64,54 dólares) conservaron valores más altos, aunque también con caídas mensuales.
El diferencial es aún más notable frente a referencias asiáticas como el Minas de Indonesia, que promedió 72,36 dólares en agosto, o frente al WTI estadounidense, que cerró en 64,08 dólares.
La baja del Merey ocurre en un contexto de necesidad de mayores ingresos externos para Venezuela, cuya economía depende de manera crítica de sus exportaciones petroleras. El precio actual limita el margen de maniobra fiscal del país, incluso en medio de los esfuerzos oficiales por estabilizar la producción y renegociar condiciones de comercialización en un mercado cada vez más competitivo.
