Los bonos en dólares de Venezuela, en default desde 2017, se disparan en medio de la creciente presión de Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La combinación de tensiones militares, sanciones y especulación sobre un eventual cambio político ha reavivado el interés de los inversionistas en estos activos de alto riesgo.
Los títulos con vencimiento en 2022 se cotizan en torno a 23 centavos por dólar, su nivel más alto desde que Washington impuso sanciones en 2019. “Con el aumento de la presencia militar estadounidense cerca de las aguas venezolanas, creo que los inversionistas están empezando a apostar por la pequeña posibilidad de que se produzca un cambio de régimen”, señaló Anthony Simond, director de inversiones en deuda de mercados emergentes de Aberdeen Group Plc.
Escalada militar y seguridad reforzada
La situación se intensificó en los últimos días después de que Estados Unidos atacara un barco que, según afirmó, transportaba drogas desde Venezuela, causando 11 muertes. En respuesta, Maduro reforzó la seguridad en cinco estados, mientras Washington desplegó aviones furtivos en Puerto Rico y advirtió al mandatario venezolano que no interfiera en sus operaciones. Estos acontecimientos han llamado la atención de los mercados, que ven en la tensión una oportunidad de rentabilidad.
Algunos gestores ya han aumentado posiciones. Maciej Woznica, de Coeli Frontier Markets, declaró que compró bonos venezolanos en mayo y recientemente sumó más. “Cualquier acción que aumente la probabilidad de un cambio de gobierno o del levantamiento de las sanciones es muy positiva para los bonos”, afirmó. Woznica cree que los títulos podrían más que duplicar su precio actual y alcanzar 50 centavos por dólar.
Simond, de Aberdeen, agregó que en un escenario de transición política, Venezuela incluso podría emitir nueva deuda en los mercados internacionales.
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Una apuesta arriesgada
El atractivo especulativo convive con la incertidumbre. Apostar por un cambio de régimen en Venezuela ha sido arriesgado: ni Maduro ni Hugo Chávez cedieron poder en 25 años, y las esperanzas de transición tras las últimas elecciones se diluyeron rápidamente. Aun así, bancos como Citigroup recomendaron la semana pasada comprar bonos con vencimiento en 2022, detectando un “optimismo cauteloso” entre los inversores.
Los operadores señalan casos comparables, como el de los bonos del Líbano, que han ganado cerca de 250 % desde septiembre de 2022 gracias a la expectativa de reformas políticas y económicas tras los ataques de Israel contra Hezbolá.
Para algunos gestores, ni siquiera es necesario un cambio de gobierno en Venezuela para que los precios sigan subiendo. Kaan Nazli, de Neuberger Berman, afirmó que la reanudación parcial del comercio de petróleo con Estados Unidos ya abre la puerta a una eventual reestructuración de la deuda.
Con información de Bloomberg en Línea
