Donald Trump prometió durante su campaña un auge energético bajo el lema “drill, baby, drill” (“perforar, cariño, perforar”). Sin embargo, la realidad del sector petrolero estadounidense va en sentido contrario: la caída de los precios del crudo y los aranceles al acero y aluminio han frenado la extracción y forzado despidos masivos.
La petrolera ConocoPhillips anunció que recortará hasta una cuarta parte de su plantilla —unos 3.250 trabajadores—, mientras que Chevron ya había adelantado la eliminación de 9.000 puestos.
Precios bajos, costos altos
En lo que va de año, el precio del barril ha caído con fuerza y la Administración de Información de Energía (EIA) proyecta que rondará los 50 dólares a inicios de 2026, lejos de los 68 dólares de agosto de 2025.
El desplome está vinculado a la decisión de la OPEP+ de aumentar su producción, lo que presiona a la baja los precios y favorece a productores con costos más bajos como Arabia Saudí o Irán. Según fuentes de la Casa Blanca citadas por Politico, Trump impulsó esa medida con la intención de mantener barata la gasolina para el consumidor estadounidense, incluso a costa de golpear a la industria nacional.
A la presión de los precios se suman los aranceles al acero, que encarecen la perforación, en particular el fracking. En la Cuenca Pérmica, que aporta más del 40% del crudo del país, unas 50 plataformas cerraron en los últimos meses, dejando sin empleo a miles de trabajadores.
“Muchas compañías han decidido esperar a que los precios repunten y se eliminen los aranceles para retomar la perforación”, explicó Kirk Edwards, director ejecutivo de Latigo Petroleum. Para él, el aumento de la producción de la OPEP fue un “bofetazo en la cara” para el sector.
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Producción en retroceso
La Reserva Federal de Dallas confirmó que la actividad energética se contrajo en el segundo trimestre. El índice de empleo del sector cayó de cero en el primer trimestre a -6,6 en el segundo.
En paralelo, la EIA estima que la producción estadounidense pasará de 13,4 millones de barriles diarios en julio a poco más de 13 millones a finales de 2026, poniendo en duda la promesa de un “boom” petrolero bajo la administración Trump.
Con información de EFE
