En farmacias y mercados populares de Caracas, un jabón o champú obliga a hacer cuentas antes de llegar a la caja. La higiene personal, que solía ser un hábito cotidiano, se ha convertido en un esfuerzo económico diario que refleja la magnitud de un entorno retador.
Entre la inflación y los bajos salarios, artículos como jabones, pasta dental o desodorantes se han transformado en bienes difíciles de adquirir. Muchas familias reducen sus compras a lo estrictamente necesario para mantener una rutina mínima de aseo y salud.
«Hoy solo compro lo básico. Champú, jabón, pasta dental y enjuague bucal me cuestan entre $40 y $50 al mes, y eso sin contar otros productos que antes eran imprescindibles», relató Natalia*, residente de Caracas, quien pidió anonimato por seguridad. Hace una década, el mismo conjunto de productos para su familia costaba alrededor de $300 mensuales.
Kit básico y su costo
Un kit básico de higiene personal, según la organización Logística Humanitaria —que trabaja junto a la ONU, Cáritas y la Cruz Roja— debe incluir: jabón de baño, cepillo dental, desodorante, hojilla de afeitar, champú, acondicionador, papel higiénico, toallas sanitarias y jabón para lavar ropa.
En Venezuela, adquirir este kit cuesta aproximadamente $14 o Bs. 2.021,18 al tipo de cambio del Banco Central del 27 de agosto de 2025. Aunque la cifra pueda parecer baja frente a otras economías, representa más de 14 salarios mínimos fijados en Bs. 130 desde marzo de 2022 o el 8,75% del ingreso mínimo integral, actualmente de $160 mensuales. Los precios fueron verificados en cadenas como Farmatodo, Locatel y comercios populares de Caracas.
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Estrategias para ahorrar
Ante este panorama, ciudadanos recurren a marcas más económicas y a compras parciales, evitando artículos que antes eran rutina: crema hidratante, esmaltes, papel higiénico por bulto o productos de depilación. La elección de productos ya no responde a preferencias personales, sino a la capacidad de pago familiar.
«La aspiración de todos es que la economía mejore, que los precios se estabilicen y que podamos acceder a una higiene adecuada, que es lo mínimo que merecemos», comentó Natalia a Crónica Uno, resumiendo la frustración de muchos hogares venezolanos.
(*) La información de esta nota incluye aportes de fuentes que solicitaron anonimato por motivos de seguridad.
