Prohibición temporal de drones amenaza irrigación de 50.000 hectáreas agrícolas, advierte AVAT

Dron drones
Foto: Pixabay

La suspensión temporal del uso de drones en Venezuela podría afectar de manera directa la irrigación de unas 50.000 hectáreas de cultivos, advirtió Efraín Eustache, ingeniero aeronáutico y miembro de la Asociación Venezolana de Agrotecnología (AVAT).

El especialista explicó que los drones son una herramienta clave para focalizar el riego y la aplicación de insumos agrícolas, lo que permite ahorrar recursos y reducir costos hasta en un 30% frente a los métodos tradicionales. «La intención de usar esta tecnología es precisamente el ahorro y la eficiencia en el uso de fertilizantes y agroquímicos», señaló a Fedecámaras Radio.

El impacto deriva de la resolución conjunta publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.927, de fecha 18 de agosto de 2025, mediante la cual el Gobierno de Nicolás Maduro prohibió las operaciones con aeronaves pilotadas a distancia (drones) en todo el territorio nacional por 30 días continuos, prorrogables.

La medida, emitida por los ministerios de Interior, Justicia y Paz; Transporte; Defensa; y Economía y Finanzas, no solo suspende el vuelo de drones, sino también su compra, venta, fabricación, importación, exportación, capacitación y adiestramiento. Únicamente quedan exceptuados los órganos de seguridad ciudadana y de defensa del Estado debidamente autorizados.

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Un marco previo y nuevas dudas

Desde 2018, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) regula las operaciones con drones en el país, exigiendo el registro de los equipos y de sus operadores, así como la definición del uso —recreativo, privado o comercial—. Sin embargo, la nueva resolución amplía las restricciones y otorga al Ministerio de Transporte la potestad de conceder excepciones a entes públicos y privados.

Hasta ahora, el Ejecutivo no ha explicado los motivos de la medida ni precisado en qué casos se autorizarán excepciones. En sectores como la agricultura, la construcción y la industria audiovisual, persisten dudas sobre la continuidad de proyectos que dependen de esta tecnología.

De extenderse la prohibición, productores y analistas advierten que el agro venezolano podría enfrentar mayores costos y retrasos en la adopción de soluciones tecnológicas que buscan mejorar la productividad en un entorno ya complejo.