La inflación en Brasil ha cedido más de lo previsto por los analistas en los últimos meses, pero aún se mantiene por encima de la meta oficial y alimentada por una fuerte demanda interna. Ante este panorama, el Banco Central considera necesario mantener por un “período muy largo” una política monetaria restrictiva.
“El mercado laboral sigue brindando un apoyo considerable al consumo y a los ingresos, mientras que la inflación de servicios se mantiene por encima del nivel compatible con el objetivo del 3%”, afirmó el director de Política Económica, Diogo Guillen, durante una presentación en una reunión a puerta cerrada, cuyo contenido fue divulgado posteriormente por la autoridad monetaria.
La inflación general ha sorprendido a la baja en varias mediciones recientes, lo que llevó a algunos economistas a especular con una posible flexibilización monetaria.
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Sin embargo, el discurso del Banco Central refuerza la idea de que la tasa Selic —actualmente en 10,50% anual— podría permanecer elevada para asegurar la convergencia de los precios hacia la meta en el horizonte relevante de política.
Brasil enfrenta el desafío de equilibrar la moderación de los precios con un crecimiento económico que, aunque ha mostrado signos de enfriamiento, todavía se ve respaldado por el crédito y el gasto de los hogares.
El Banco Central ha reiterado que un retiro prematuro del sesgo restrictivo podría poner en riesgo los avances logrados en la lucha contra la inflación.
Con información de Reuters
