La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles mantener sin cambios el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 4,25% – 4,50%, en un contexto de crecimiento económico moderado, un mercado laboral sólido y una inflación que aún se ubica por encima del objetivo del 2%.
El banco central, presidido por Jerome Powell, señaló que, aunque la actividad económica continúa creciendo, las exportaciones netas han mostrado oscilaciones que afectan la lectura de los datos. «El crecimiento de la actividad económica se moderó en la primera mitad del año», reconoció el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).
La tasa de desempleo se mantiene baja y las condiciones del mercado laboral «siguen siendo sólidas», mientras que la inflación, si bien ha cedido parcialmente, «permanece algo elevada», de acuerdo con el comunicado.
La Fed reiteró su compromiso con un doble objetivo: máximo empleo y estabilidad de precios en torno al 2% en el largo plazo. No obstante, advirtió que la incertidumbre sobre el panorama económico sigue siendo elevada, por lo que seguirá evaluando cuidadosamente los próximos datos y el equilibrio de riesgos antes de definir futuros ajustes de la política monetaria.
Reducción del balance y monitoreo constante
Además de mantener las tasas, el Comité reafirmó su decisión de continuar con la reducción de sus tenencias de bonos del Tesoro y de valores respaldados por hipotecas, parte de la estrategia de normalización de su hoja de balance tras años de políticas expansivas.
El FOMC enfatizó que está «fuertemente comprometido con apoyar el máximo empleo y devolver la inflación al 2%» y que ajustará la política monetaria si surgen riesgos que comprometan estos objetivos. Para ello, evaluará de manera continua las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionarias y sus expectativas, así como el contexto financiero internacional.
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División en la votación
La decisión no fue unánime. Votaron a favor Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal; John C. Williams, presidente de la Fed de Nueva York y vicepresidente del FOMC; Michael S. Barr, vicepresidente de Supervisión; Susan M. Collins, presidenta de la Fed de Boston; Lisa D. Cook, gobernadora de la Junta de la Reserva Federal; Austan D. Goolsbee, presidente de la Fed de Chicago; Philip N. Jefferson, vicepresidente de la Junta de la Reserva Federal; Alberto G. Musalem, presidente de la Fed de St. Louis; y Jeffrey R. Schmid, presidente de la Fed de Kansas City.
En contra, Michelle W. Bowman, gobernadora de la Junta de la Reserva Federal, y Christopher J. Waller, también gobernador de la Junta, defendieron un recorte inmediato de 0,25 puntos porcentuales, al argumentar que la política monetaria debería comenzar a flexibilizarse. Adriana D. Kugler estuvo ausente y no participó en la votación.
Pausa con sabor a cautela
La decisión de mantener los tipos responde a un escenario de crecimiento que pierde fuerza, inflación aún elevada y un mercado laboral que sigue robusto, aunque con señales incipientes de enfriamiento. La Fed no descarta ajustes futuros, pero enfatiza que cada movimiento dependerá de la evolución de la economía y de los riesgos que puedan comprometer su doble mandato.
Con este paso, la autoridad monetaria busca equilibrar el riesgo de relajar demasiado pronto la política monetaria, lo que podría avivar nuevamente la inflación, con el de mantenerla demasiado estricta, lo que podría afectar el crecimiento y el empleo.
