España crece 0,7% en el segundo trimestre impulsada por la demanda nacional

PIB
Foto: Freepik

La economía de España aceleró ligeramente su crecimiento en el segundo trimestre del año. Según los datos adelantados publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 0,7% intertrimestral, una décima por encima del avance registrado entre enero y marzo.

En términos interanuales, la economía creció un 2,8%, manteniéndose estable respecto al trimestre anterior. El motor principal fue la demanda nacional, que aportó 3,4 puntos porcentuales al crecimiento anual, mientras que el sector exterior restó 0,6 puntos, reflejando un deterioro del saldo neto de exportaciones.

Dinamismo interno y repunte inversor

El consumo final de los hogares creció un 0,8%, consolidando su papel como principal impulsor del crecimiento. En contraste, el gasto de las administraciones públicas descendió un 0,1%, lo que podría reflejar contención fiscal en el segundo trimestre. Por su parte, la formación bruta de capital, un indicador clave de inversión, repuntó un 2,1%, apuntando a una mayor confianza empresarial y reactivación en sectores estratégicos.

Aunque las exportaciones aumentaron un 1,1%, las importaciones lo hicieron en mayor medida (1,7%), lo que provocó una contribución negativa del sector exterior al crecimiento global.

También puede leer: España: inflación repunta en junio y se sitúa en 2,3% anual

Evolución por sectores

En términos de actividad, la industria avanzó un 0,8% respecto al trimestre anterior, con un crecimiento más sólido en la rama manufacturera (1,1%). La construcción mostró un comportamiento destacado, con un alza del 1,5%, mientras que los servicios crecieron un 1,2%, reafirmando su peso estructural en el PIB. Solo el sector primario presentó una contracción significativa, con un descenso del 9,5%, probablemente influido por factores estacionales o climáticos.

Ingresos y mercado laboral

A precios corrientes, el PIB creció un 5,6% interanual, con una variación trimestral del 1,3%. El deflactor implícito, indicador de los precios internos, se situó en el 2,7% anual, con un avance del 0,5% en el trimestre.

La remuneración de los asalariados se incrementó un 7,6% interanual, combinando un aumento del empleo (+3,7%) con un mayor salario medio (+3,8%). También el excedente de explotación bruto y rentas mixtas —equivalente a beneficios empresariales y rentas autónomas— creció un 3,2%. En el trimestre, los beneficios apenas subieron un 0,1%, mientras que los impuestos netos sobre la producción y las importaciones aumentaron un 6,2% interanual.

Balance general: consumo sólido, dudas en el sector externo

Los datos reflejan una economía que mantiene un crecimiento sostenido, impulsado principalmente por la resiliencia del consumo privado y la inversión interna. La recuperación del empleo y la mejora de las rentas sugieren una fase expansiva en curso, aunque el escaso dinamismo del sector exterior y la caída del sector primario podrían convertirse en factores de riesgo si persisten en la segunda mitad del año.

A falta de un empuje más firme del comercio internacional, el crecimiento español se apoya casi exclusivamente en la demanda interna. La evolución de los precios, la productividad y las tensiones fiscales marcarán la pauta para los próximos trimestres.