Goldman Sachs y J.P. Morgan revisaron a la baja sus previsiones sobre futuros recortes de tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), un día después de que la entidad mantuviera sin cambios su tipo de referencia, sugiriendo confianza en la solidez de la economía de la eurozona y en un posible acuerdo comercial con Estados Unidos.
En análisis publicados el 24 de julio, Goldman Sachs anunció que ya no espera más recortes de tipos en lo que resta del año. Por su parte, J.P. Morgan postergó su proyección de recorte de septiembre a octubre.
El BCE decidió el jueves mantener las tasas en el 2%, tras haberlas reducido en ocho ocasiones desde junio de 2024. La presidenta del organismo, Christine Lagarde, señaló en conferencia de prensa que «estamos en una situación de espera», y calificó el contexto económico actual como «positivo».
Según Goldman Sachs, los comentarios de Lagarde sugieren que el Consejo de Gobierno solo consideraría nuevos recortes si las perspectivas económicas sufrieran un deterioro significativo.
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Mientras tanto, las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos continúan, aunque fuentes diplomáticas cercanas al proceso anticipan la posibilidad de un acuerdo que incluiría un arancel generalizado del 15% sobre productos europeos. Esto marcaría un giro respecto a la amenaza previa del expresidente Donald Trump, quien había propuesto imponer aranceles del 30% a partir del 1 de agosto.
En contraste con Goldman y J.P. Morgan, otras grandes entidades financieras como Bank of America, Barclays, Citigroup, Deutsche Bank y Morgan Stanley mantienen sus previsiones de un recorte de tipos en septiembre. No obstante, algunas de ellas reconocen un aumento en los riesgos que podrían retrasar esa decisión.
«Los riesgos para esa perspectiva se han intensificado claramente», advirtieron los analistas de Morgan Stanley en una nota. «Si los datos económicos superan nuestras expectativas, es posible que el BCE opte por mantener las tasas hasta diciembre».
En los mercados monetarios, la incertidumbre persiste: los operadores asignan actualmente una probabilidad del 30% a que las tasas bajen del 2% antes de que termine el año.
Con información de Reuters
