El café larense dio un paso fundamental hacia su protección y promoción. Durante un taller organizado por el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), se formalizó la solicitud oficial para la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del café de Lara. Este proyecto fue impulsado por el proyecto Manejo Sustentable del Paisaje Andino, que ejecuta el Ministerio para el Ecosocialismo (Minec) con el respaldo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).
La Indicación Geográfica Protegida, es una designación que otorga el SAPI en reconocimiento a la calidad y características únicas de un producto, vinculadas a su origen geográfico y a las prácticas tradicionales de cultivo. Es una distinción que certifica procedencia geográfica, calidad, reputación u otras características de un producto que se deban fundamentalmente a su origen.
«El significativo paso que ha dado el café de Lara con esta solicitud, es el resultado directo de la colaboración y organización entre múltiples actores. Incluye a la Federación Nacional de Caficultores de Venezuela, el grupo de organizaciones del Eje Cafetalero Centrooccidental de Venezuela, la Empresa de Propiedad Social Indirecta Comunal Cafetalera Enriquito Colmenares, así como a todos los productores y productoras de este rubro independientes de Lara», se informó en una nota de prensa de la FAO.
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Mejorar la competitividad
Agregó la FAO que el Proyecto Manejo Sustentable del Paisaje Andino reafirma su compromiso con los productores de café de la región, continuando con el asesoramiento técnico necesario para la elaboración del pliego de condiciones de la IGP; y con la organización de mesas de trabajo para la recopilación de información que sustentará la solicitud.
«El proyecto cree firmemente que la certificación de la IGP no solo protegerá el café de Lara, sino que también abrirá nuevas oportunidades de mercado y generará beneficios tangibles para las productoras y productores. Igualmente, este logro es un paso vital hacia un futuro más próspero y sostenible para la caficultura larense».
La obtención de la IGP se perfila como una herramienta estratégica para impulsar el desarrollo económico de la región, mejorar la competitividad del café de Lara en mercados nacionales e internacionales y fomentar prácticas agrícolas sostenibles con el medio ambiente, lo que se traducirá directamente en mayores ingresos para los caficultores locales y en una mejora sustancial de su calidad de vida.
