La administración del presidente Donald Trump presentará este miércoles una ambiciosa hoja de ruta para consolidar el liderazgo de Estados Unidos en el desarrollo y despliegue global de la inteligencia artificial (IA), en un intento por contrarrestar regulaciones estatales que considera un freno a la innovación y acelerar su exportación como tecnología estratégica.
Según un borrador del plan al que accedió Reuters, el gobierno federal dejará de financiar proyectos de IA en aquellos estados cuyas normativas locales sean consideradas excesivamente restrictivas. La medida busca evitar que regulaciones sobre privacidad, sesgos algorítmicos o control ético impidan el despliegue rápido de soluciones basadas en IA por parte del sector privado y público.
La propuesta incluye además un llamado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) para revisar si las leyes estatales interfieren con su mandato tecnológico y regulador, lo que podría abrir la puerta a disputas legales entre estados y el gobierno federal.
Exportar IA como activo geopolítico
El plan —resultado de una orden ejecutiva firmada por Trump en enero— contempla la creación de paquetes de despliegue de IA “de pila completa” que serán promovidos por el Departamento de Comercio. Estos paquetes incluirán desde el desarrollo de algoritmos hasta infraestructura de centros de datos, con el objetivo de facilitar la adopción de tecnología estadounidense en países aliados.
Asimismo, el gobierno incentivará el uso de IA de código abierto y promoverá modelos con “pesos abiertos” —una práctica que permite reutilizar y adaptar modelos entrenados— como parte de su estrategia de expansión internacional.
“Estados Unidos debe liderar el desarrollo y la adopción de inteligencia artificial no solo para garantizar el crecimiento económico, sino también para proteger sus intereses estratégicos frente a adversarios como China”, sostiene el documento.
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IA como motor de empleo
Otro eje del plan será el impulso a la creación de “empleos habilitados por IA”. Esto incluirá incentivos para la formación de talento técnico, la reconversión de trabajadores afectados por la automatización y el fomento de industrias que integren soluciones inteligentes en sus procesos productivos.
La presentación formal del plan será encabezada por Trump durante un evento titulado “Wining the AI Race”, organizado por David Sacks —actual zar de IA y criptomonedas de la Casa Blanca— junto con los copresentadores del podcast All-In, un influyente foro del mundo tecnológico y empresarial de Silicon Valley.
Cambio de enfoque frente a Biden
El giro estratégico contrasta con el enfoque más cauteloso adoptado por la administración anterior. Bajo el presidente Joe Biden, la Casa Blanca había optado por un marco regulatorio más conservador, con énfasis en evitar usos militares indebidos de la IA y proteger los derechos civiles, en medio del temor de que potencias como China usen estos avances con fines bélicos o de control interno.
Victoria LaCivita, portavoz de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, señaló que el documento final será “una hoja de ruta federal clara, específica y ejecutable”, que irá más allá de los elementos filtrados.
La apuesta de Trump no solo busca posicionar a EE. UU. como líder global en IA, sino también delinear las reglas del juego en una era donde la tecnología se ha convertido en un campo de disputa geopolítica, económica y ética.
Con información de Reuters
