El Fondo Monetario Internacional afirmó este martes que recurrir a aranceles para reducir los déficits por cuenta corriente tiene una efectividad limitada y puede generar distorsiones significativas en la economía mundial.
En su informe anual sobre el Sector Externo, el FMI detalló que los desequilibrios entre economías con superávit y déficit se ampliaron en 2024 hasta alcanzar el nivel más alto en una década: un 0,6% del PIB global. Esta tendencia revierte parcialmente la corrección observada en los años posteriores a la pandemia.
El análisis, que abarca a las 30 mayores economías del mundo, señala que Estados Unidos, Australia y Brasil ampliaron sus déficits, mientras que China, la eurozona, Japón y Corea del Sur consolidaron superávits. En particular, EE. UU. aumentó su déficit en 0,2 puntos porcentuales, mientras que China revirtió su leve déficit previo y registró un superávit de 0,24 puntos.
También puede leer: El dólar se mantiene estable mientras los mercados esperan definiciones arancelarias
Medidas estructurales en lugar de restricciones comerciales
El Fondo remarcó que los aranceles aduaneros tienen un impacto modesto sobre la balanza por cuenta corriente, ya que afectan solo una parte de sus componentes. Además, advirtió que una mayor intensificación de las tensiones comerciales podría frenar el crecimiento global y dificultar los ajustes económicos necesarios.
En lugar de medidas restrictivas, el organismo sugiere a los países adoptar políticas estructurales que mejoren la productividad, la competitividad y el ahorro doméstico, contribuyendo así a un reequilibrio sostenible de las cuentas externas.
La cuenta corriente, que incluye la balanza comercial, las rentas y las transferencias con el exterior, es un indicador clave de la relación económica de un país con el resto del mundo. Su evolución refleja la fortaleza o vulnerabilidad de una economía frente a factores externos.
Con información de EFE
