Contra un telón de fondo económico incierto y un comercio global marcado por fricciones persistentes, las empresas de la eurozona siguen mostrando una sorprendente dosis de optimismo. Así lo revela la última encuesta trimestral del Banco Central Europeo (BCE) sobre el acceso de las empresas a la financiación, publicada este lunes.
Según el informe, un 8% neto de las empresas informó haber experimentado un aumento en su volumen de negocio durante el último trimestre, y un 23% neto anticipa una evolución positiva en los próximos tres meses. Esta visión esperanzadora contrasta con el contexto económico general, caracterizado por un crecimiento débil y una recuperación que, a pesar de señales esporádicas, continúa sin consolidarse del todo.
“El tejido empresarial europeo sigue mostrando una notable resiliencia, con niveles de empleo que se mantienen estables y una confianza que no se ha erosionado, a pesar del entorno complejo”, destacó el informe del BCE.
No obstante, el informe también da cuenta de presiones crecientes sobre la rentabilidad, en particular entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), que han sido las más afectadas por los recientes desafíos comerciales. De hecho, el BCE apunta que las tensiones comerciales —especialmente aquellas vinculadas a las relaciones con Estados Unidos— han tenido un impacto significativo en empresas exportadoras y manufactureras.
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Cadenas de suministro bajo presión
Alrededor del 30% de las empresas consultadas expresaron preocupación por demoras o escasez en las cadenas de suministro, fenómeno que continúa afectando tanto la planificación como los costes operativos. Como respuesta, muchas compañías están explorando nuevas estrategias de adaptación, que incluyen la diversificación de proveedores, la reestructuración de sus cadenas logísticas y una reorientación de las ventas hacia mercados nacionales y de la Unión Europea.
“El comercio internacional ya no ofrece las garantías de estabilidad que tenía hace una década”, declaró un analista económico del BCE bajo condición de anonimato. “Las empresas están tomando nota y adaptando sus operaciones con agilidad”.
Moderación en las expectativas de inflación
En cuanto a las previsiones de precios, las empresas redujeron sus expectativas de crecimiento de precios a un año vista, pasando del 2,9% al 2,5%, lo que podría indicar una percepción de menor presión inflacionaria en el corto plazo. Las expectativas de inflación a largo plazo, sin embargo, se mantienen sin cambios, reflejando cierta confianza en la estabilidad monetaria dentro del horizonte estructural.
Con información de Reuters
