Mike Wilson, estratega jefe de renta variable en Estados Unidos para Morgan Stanley y durante años uno de los analistas más escépticos de Wall Street, ha cambiado de tono: ahora visualiza un nuevo mercado alcista. Sin embargo, advierte que primero el índice S&P 500 podría retroceder entre 5% y 10% durante el trimestre en curso, producto del impacto rezagado de las políticas comerciales impulsadas por el presidente Donald Trump.
«Así es como se presenta el comienzo de un nuevo mercado alcista», afirmó Wilson en una entrevista con Bloomberg Surveillance. «Es explosivo, no deja entrar a nadie. El ritmo de cambio se está acelerando más allá de lo esperado».
Según Wilson, cualquier corrección será transitoria y poco profunda, por lo que representa una oportunidad para que los inversionistas aumenten su exposición a renta variable. «Sin duda compraría en esas caídas», dijo.
Tras un repunte histórico, un respiro técnico
El S&P 500 se encamina hacia un nuevo récord histórico, sumando cerca de 11,5 billones de dólares en capitalización bursátil en apenas unos meses. Este repunte ha sido impulsado por la resiliencia de las empresas estadounidenses ante la incertidumbre comercial y por el renovado optimismo sobre el crecimiento de las ganancias, alimentado por la reciente reforma fiscal.
A principios de abril, el índice coqueteaba con territorio bajista tras la imposición de aranceles generalizados por parte de Trump. Pero la decisión posterior de suspender esas medidas generó un rebote que consolidó el cambio de ánimo entre los inversionistas.
«La amplitud de la revisión de las ganancias es explosiva», señaló Wilson, quien destacó que las empresas han sabido amortiguar los efectos de los aranceles mejor de lo previsto.
También puede leer: Bundesbank alerta sobre riesgos de socavar la independencia de los bancos centrales
Riesgos latentes en el corto plazo
No obstante, el estratega advirtió que el tercer trimestre podría traer cierta turbulencia. A medida que los efectos de los aranceles comiencen a reflejarse en los costos de producción, algunas empresas podrían enfrentar presión sobre sus márgenes. Wilson catalogó este período como «el trimestre del riesgo».
A pesar de esos desafíos, mantiene una visión positiva de mediano plazo, especialmente por el empuje que podrían dar los resultados empresariales. Las revisiones netas de ganancias a 12 meses han mostrado una fuerte aceleración desde abril, lo que sustenta el optimismo de Wilson de cara a 2026.
El informe de ventas minoristas de junio, que superó las expectativas, ha reforzado la percepción de que el consumo —motor clave de la economía estadounidense— se mantiene robusto, lo que ayudaría a mitigar cualquier impacto negativo de corto plazo en el mercado.
De escéptico a optimista
La postura actual de Wilson representa un giro notable en su estrategia. Mientras muchos analistas redujeron sus proyecciones durante los períodos de volatilidad, él fue uno de los pocos en mantenerse constructivo. Su nueva visión, ahora más alineada con un escenario de recuperación sostenida, lo ubica entre los principales referentes a seguir en este segundo semestre.
«El mercado tiene aún combustible para seguir avanzando», concluyó Wilson, aunque insistió en que los próximos movimientos dependerán de cómo evolucionen los planes comerciales de la Casa Blanca y la respuesta de las empresas frente a estos desafíos.
