La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó este miércoles una ambiciosa propuesta presupuestaria para el período 2028–2034, con un volumen total de 2 billones de euros. El nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) busca dotar a la Unión Europea de mayores herramientas para enfrentar los desafíos geopolíticos, económicos y climáticos de la próxima década.
El plan presupuestario apunta a reforzar la resiliencia del bloque, aumentar su independencia estratégica y simplificar el uso de los fondos comunitarios, particularmente en áreas sensibles como defensa, tecnología, agricultura y cohesión regional.
Una redistribución del gasto con enfoque estratégico
Según lo anunciado por la Comisión, el presupuesto contempla:
865.000 millones de euros para agricultura, pesca, cohesión territorial y políticas sociales.
410.000 millones de euros destinados a competitividad, innovación, digitalización y transición climática.
200.000 millones de euros para acción exterior, incluyendo un fondo de 100.000 millones de euros para la reconstrucción de Ucrania.
Uno de los cambios estructurales más significativos es la fusión de los fondos agrícolas y de cohesión en una nueva categoría denominada “Asociaciones Nacionales y Regionales”, lo que busca reducir la fragmentación administrativa.
Además, se quintuplica la inversión en defensa y espacio, con 131.000 millones de euros asignados, y se refuerzan los fondos para investigación (programa Horizonte) y gestión migratoria. La Comisión propone que al menos el 35% del presupuesto total se destine a gasto climático y de biodiversidad.
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Nuevos ingresos sin aumentar contribuciones nacionales
Von der Leyen aseguró que este ambicioso presupuesto no requerirá aumentar las contribuciones directas de los Estados miembros. En su lugar, la Comisión propone generar ingresos propios mediante mecanismos como el comercio de derechos de emisión, nuevos impuestos europeos sobre residuos, tabaco y beneficios corporativos, y una mayor integración fiscal comunitaria.
Reacciones y desafíos por delante
A pesar del entusiasmo inicial en Bruselas, algunos eurodiputados y gobiernos nacionales han expresado dudas sobre la viabilidad financiera del plan. Críticos afirman que, en términos reales, el nuevo presupuesto representa una congelación, debido a la inflación acumulada y a la magnitud de las nuevas responsabilidades asumidas por la UE.
En paralelo, sectores agrícolas han manifestado preocupación ante la posible pérdida de recursos destinados a la Política Agrícola Común (PAC), pese a que el Ejecutivo europeo insiste en que se mantendrán niveles adecuados de financiamiento.
La propuesta deberá ahora ser debatida y aprobada por unanimidad en el Consejo Europeo y ratificada por el Parlamento Europeo, en un proceso que podría extenderse hasta 2027.
Una apuesta por la autonomía en tiempos inciertos
La iniciativa de Von der Leyen representa el mayor esfuerzo presupuestario de la historia de la Unión Europea y refleja un cambio de paradigma: pasar de una política de cohesión basada en la redistribución, a una arquitectura presupuestaria diseñada para fortalecer la autonomía industrial, energética, tecnológica y defensiva del bloque.
El éxito o fracaso de este proyecto marcará el rumbo institucional, económico y político de la UE durante la próxima década.
Con información de Euronews
