El Ministerio de Hacienda de Brasil actualizó sus previsiones económicas con una ligera mejora en el crecimiento proyectado del PIB y una reducción en las expectativas de inflación para 2025, en medio de un entorno global marcado por la persistente incertidumbre fiscal y comercial.
La proyección oficial de crecimiento del PIB para 2025 fue ajustada al alza, de 2,4% a 2,5%, gracias a la resiliencia del mercado laboral y a una expectativa más favorable para el consumo de los hogares. También se revisó positivamente el desempeño esperado del sector agropecuario, impulsado por la mejora en las estimaciones de producción de cultivos como maíz, café, arroz y algodón.
A pesar del avance, las autoridades advierten sobre una desaceleración en el ritmo de crecimiento para el segundo trimestre, con una previsión de expansión marginal del PIB de apenas 0,6%, en comparación con el 1,3% registrado en el primer trimestre.
Desde la perspectiva de la demanda, se anticipa una caída en las inversiones y una contribución positiva del sector externo, producto de la reducción de importaciones.
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Inflación en descenso
La proyección para la inflación medida por el IPCA en 2025 fue revisada ligeramente a la baja, de 5,0% a 4,9%. Esta reducción se debe al comportamiento más benigno de los precios en mayo y junio, así como a la valorización del real frente al dólar. También influyó la deflación en precios agropecuarios y manufactureros importados, especialmente desde China.
Asimismo, el INPC fue ajustado de 4,9% a 4,7% para el año, y el IGP-DI pasó de una expectativa de 5,6% a 4,6%, consolidando una tendencia de desaceleración inflacionaria.
Sector fiscal: déficit controlado y menor presión sobre la deuda
La mediana de las proyecciones del Sistema Prisma Fiscal apunta a un déficit primario de R$ 72,1 mil millones en 2025, lo que representa un 0,57% del PIB. Aunque sigue por encima del límite inferior de la meta fiscal, se mantiene dentro del margen de tolerancia. Excluidos los precatórios, el déficit se situaría en R$ 26,7 mil millones.
Por otro lado, la previsión para la deuda bruta del gobierno general (DBGG) cayó de 80,3% a 80,0% del PIB, consolidando una tendencia descendente desde diciembre de 2024, cuando se ubicaba en 82%.
