A menos de tres semanas del ultimátum fijado por la Casa Blanca, la Unión Europea intensifica sus esfuerzos para sellar un acuerdo de principios con Estados Unidos sobre aranceles antes del 1 de agosto, fecha límite impuesta por Washington para la implementación de nuevos gravámenes .
El portavoz comunitario Olof Gill, en rueda de prensa, subrayó que el objetivo es cerrar ese acuerdo en los “próximos días”, incluso antes del plazo de agosto. Por su parte, el comisario Maroš Šefčovič mantiene contactos directos con funcionarios claves del equipo negociador estadounidense, incluido el secretario de Comercio Howard Lutnick, y tiene previsto dialogar con el representante comercial Jamieson Greer para avanzar en esas negociaciones.
Desde mediados de julio, Alemania, Hungría, Bélgica, Portugal y España presionan en Bruselas para alcanzar cuanto antes un pacto, aunque sea temporal. El foco gira en torno a sectores sensibles como el automóvil, semiconductores, aluminio, acero y farmacéutico, que podrían quedar protegidos mediante reducciones arancelarias estratégicas y concesiones específicas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dejó claro ante el Parlamento Europeo que un acuerdo detallado antes del 9 de julio —plazo originalmente establecido por EE. UU.— era «imposible». En cambio, el bloque ahora apuesta por un marco jurídico y comercial sólido que siente las bases para un tratado definitivo en el futuro.
Desde Washington, el presidente Donald Trump reiteró que no habrá prórrogas más allá del 1 de agosto, y adelantó que enviará cartas con una nueva ola de aranceles (hasta del 50 %) a países que no consigan acuerdos bilaterales.
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Panorama y riesgos
Mercados sensibles: Los sectores más expuestos a la incertidumbre incluyen el automotriz, aeroespacial, semiconductores, energías renovables y farmacéuticas. Las expectativas apuntan a un posible arancel estándar del 10 % sobre la mayoría de productos europeos excluyendo sectores estratégicos, como parte de un acuerdo temporal.
Escenario triple:
- Acuerdo de principios que preserve la tregua arancelaria.
- Fallimiento en negociaciones y activación de aranceles elevados a partir del 1 de agosto.
- Continuación de conversaciones prolongadas con presión incremental, mientras la UE implementa represalias comerciales preparadas por un valor de hasta 100 mil millones de euros
Von der Leyen enfatizó que la UE actúa con firmeza siguiendo sus principios, pero está dispuesta a negociar de buena fe siempre dentro de parámetros que consideren los intereses europeos. “Preferimos una solución negociada y estamos listos para todos los escenarios”, dijo frente al pleno del Parlamento.
La Unión Europea se encuentra en una encrucijada donde pesa no solo el riesgo de déficit comercial, sino también el desafío de preservar la cohesión interna del bloque frente a presiones externas. El episodio actual podría marcar un antes y un después en la arquitectura del comercio transatlántico si no se logra un entendimiento acorde antes del plazo límite del 1 de agosto.
Con información de AFP
