El Eurogrupo reeligió este lunes al irlandés Paschal Donohoe como su presidente para un tercer mandato consecutivo, consolidando su liderazgo al frente del organismo que coordina las políticas económicas y presupuestarias de los países que comparten el euro. La decisión se produjo tras la retirada de las candidaturas del español Carlos Cuerpo y del lituano Rimantas Sadzius, quienes reconocieron no contar con los apoyos suficientes.
Donohoe, que ocupa el cargo desde julio de 2020, iniciará su nuevo mandato el próximo 13 de julio por un período de dos años y medio, renovable. En su declaración tras la reelección, subrayó que su prioridad será “reforzar aún más nuestra área monetaria común y facilitar progresos tangibles en nuestras líneas de trabajo clave”, incluyendo la coordinación fiscal, la unión bancaria, el euro digital y la integración de los mercados de capitales.
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Un respaldo amplio y sin necesidad de votación
Aunque el reglamento del Eurogrupo exige el respaldo de al menos once de los veinte ministros de Finanzas de la eurozona en una votación secreta, la retirada anticipada de los otros dos aspirantes convirtió la elección en un trámite. Donohoe contaba con el apoyo explícito de los ministros afiliados al Partido Popular Europeo (PPE), lo que le otorgaba una base sólida de partida.
Carlos Cuerpo, ministro español de Economía, Comercio y Empresa, explicó que su decisión de declinar la candidatura respondió a un “ejercicio de responsabilidad” ante la falta de apoyos y la necesidad de preservar la unidad del foro. “El momento complejo que vivimos exige evitar la fragmentación en un órgano tan importante como el Eurogrupo”, declaró a su llegada a la reunión.
Con esta decisión, España suma su tercer intento fallido por liderar el Eurogrupo. En 2015, Luis de Guindos perdió frente al holandés Jeroen Dijsselbloem, y en 2020, Nadia Calviño fue derrotada por el propio Donohoe. La candidatura de Cuerpo, aunque bien valorada, no logró romper esa tendencia.
Un foro en redefinición
Aunque el Eurogrupo no tiene carácter vinculante, alcanzó gran protagonismo durante la crisis financiera de 2007 y la posterior reestructuración de deuda en países como Grecia, Portugal e Irlanda. Sin embargo, su influencia ha disminuido en los últimos años, especialmente tras la pandemia, cuando las decisiones económicas clave pasaron a manos del Consejo de la UE en formato ampliado.
En ese contexto, cinco de las principales economías del bloque —Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos— han propuesto reducir la frecuencia de las reuniones del Eurogrupo y concentrar su agenda en temas de alto impacto para la eurozona. Donohoe ha recogido el mensaje sin interpretarlo como una crítica, y ha prometido enfocar su nuevo mandato en resultados concretos.
