El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este lunes que su administración planea establecer un arancel global del 15% al 20% para aquellos países que no firmen acuerdos comerciales negociados con Washington.
“Yo diría que será en algún lugar en el rango del 15 al 20 por ciento… probablemente uno de esos dos números”, declaró a periodistas desde su complejo de golf en Turnberry, Escocia, junto al primer ministro británico Keir Starmer.
El mandatario adelantó que en los próximos días se enviarán notificaciones oficiales a unos 200 países, detallando la tasa arancelaria prevista para sus exportaciones hacia el mercado estadounidense.
En abril, la administración Trump ya había impuesto un arancel adicional del 10% a la mayoría de los países. Con el nuevo esquema, previsto para entrar en vigor el 1 de agosto, muchos de ellos verán elevarse de forma significativa sus tasas arancelarias, salvo que logren un entendimiento bilateral con Washington.
La medida, que representa un giro importante en la política comercial estadounidense, podría reconfigurar las relaciones comerciales globales y generar tensiones adicionales con aquellos países que aún no han alcanzado un marco de cooperación con Estados Unidos.
También puede leer: Petróleo repunta tras acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea
Mercados evalúan el impacto de la medida
Analistas advierten que una imposición generalizada de aranceles podría generar tensiones adicionales en el comercio mundial y presionar al alza los costos de importación en Estados Unidos, con efectos sobre la inflación y el crecimiento económico. A la vez, países sin acuerdos podrían buscar alianzas alternativas o recurrir a la Organización Mundial del Comercio para impugnar la medida.
La iniciativa supone un cambio de rumbo significativo en la política comercial estadounidense y refuerza la estrategia de Trump de utilizar la presión arancelaria como herramienta de negociación para lograr concesiones bilaterales.
Con información de Reuters
