El oro volvió a brillar este martes en los mercados internacionales. El metal precioso superó los 3.500 dólares por onza, alcanzando un máximo histórico de 3.508,5 dólares, impulsado por la expectativa casi unánime de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en su reunión del 17 de septiembre.
A las 09:47 GMT, el oro al contado se mantenía en 3.476,48 dólares, todavía con una ganancia acumulada del 32% en lo que va de año. Los futuros en Nueva York para diciembre avanzaban 0,9%, hasta 3.546,8 dólares.
“El repunte dependerá en gran medida de hasta qué punto la Fed cumpla con lo que descuenta el mercado en su hoja de recortes”, advirtió Han Tan, analista de Nemo.money. Aun así, subrayó que el oro “todavía goza de suficientes vientos de cola”, desde compras masivas de bancos centrales hasta la búsqueda de refugio en un escenario de tensiones comerciales.
También puede leer: «Si estos aranceles desaparecen, será un desastre para EEUU», afirma Trump tras fallo de corte
Bancos centrales y geopolítica refuerzan la demanda de oro
El rally del metal no es nuevo. En 2024, el oro ya había subido un 27%, superando por primera vez los 3.000 dólares en marzo, cuando la incertidumbre sobre las políticas comerciales de Donald Trump disparó la demanda de activos de refugio.
Además de la Fed, el desplazamiento de reservas desde el dólar hacia el oro por parte de bancos centrales, la incertidumbre geopolítica y la debilidad de la divisa estadounidense han reforzado la tendencia alcista.
En contraste, otros metales preciosos cedieron terreno este martes: la plata cayó 0,7% a 40,39 dólares, tras tocar su mejor nivel en 13 años; el platino retrocedió 0,9% a 1.386,4 dólares; y el paladio bajó 1,5% a 1.120,54 dólares.
Con información de Reuters
