La gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook, presentó una demanda contra la administración de Donald Trump con el objetivo de revertir la decisión del presidente de removerla de su cargo, abriendo un frente legal inédito que podría redefinir la independencia política del banco central estadounidense.
La demanda solicita una orden judicial de emergencia que bloquee su despido y “confirme su estatus” como miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, cargo que ocupa tras haber sido nominada y confirmada por el Senado.
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Independencia en juego
“El intento del presidente de cesar a un miembro de la Junta de la Reserva Federal confirmado por el Senado es un ataque a gran escala contra la centenaria independencia del Sistema de la Reserva Federal”, señaló el abogado de Cook, Abbe David Lowell, en el escrito judicial.
Expertos consideran que el caso pone a prueba la autonomía de la Fed frente al poder político. “Si Cook gana, se mantiene en su puesto y logramos cierta apariencia de estabilidad. Si ella pierde… ese es el final de la independencia de la Fed tal como se ha construido y reconstruido a lo largo de 112 años”, advirtió Peter Conti-Brown, profesor de regulación financiera en la Universidad de Pennsylvania e historiador del banco central.
