La inflación global cerró agosto en 2,5% anual, una décima menos que en julio, gracias al retroceso en las economías emergentes, que pasaron de 2,8% a 2,5%, según el más reciente informe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá con base en datos de Bloomberg.
En contraste, las economías avanzadas se mantuvieron estables en 2,5%, con un comportamiento mixto: Estados Unidos aceleró de 2,7% a 2,9%, mientras la Eurozona permaneció en 2%. Japón redujo su inflación de 2,9% a 2,6%, reflejando menor presión energética y un yen más fuerte.
Dentro de los emergentes, China sorprendió al entrar en terreno deflacionario, con una caída de precios de 0,4%, lo que acentuó la baja regional.
También puede leer: La economía colombiana acelera en julio y crece 4,3% interanual
Latam y proyecciones
En Latinoamérica, la inflación se mantuvo en 4,3%, con ajustes particulares: Chile descendió a 4%, mientras que México y Colombia registraron ligeros incrementos, hasta 3,6% y 5,1%, respectivamente.
Los analistas resaltan el papel de los componentes más volátiles: los precios del petróleo cayeron 17% interanual, y el índice de alimentos de la FAO retrocedió de 7,5% a 6,9%, en buena parte por la reducción en los precios de los fertilizantes. El debilitamiento del dólar, ante la expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, también dio soporte a las monedas emergentes, limitando presiones inflacionarias importadas
De cara a los próximos meses, el consenso proyecta que la inflación global podría descender hasta 2,3% en 2026, con una reducción tanto en economías avanzadas como emergentes, aunque el repunte esperado en China —de -0,4% a 0,8%— podría reintroducir cierta presión alcista.
