El más reciente Monitor de Expectativas Económicas publicado por el Banco Central de Chile refleja una moderación en las proyecciones macroeconómicas de los analistas locales. Si bien las expectativas de inflación se mantienen contenidas para el corto y mediano plazo, se anticipa una desaceleración del crecimiento económico durante el segundo semestre de 2025.
Los expertos encuestados esperan que la inflación anual se mantenga dentro del rango meta del ente emisor, con una variación cercana al 3% en los próximos 12 meses. Este comportamiento se atribuye al impacto de la política monetaria restrictiva y a la normalización gradual de los precios internacionales de alimentos y energía.
La expectativa para el Producto Interno Bruto (PIB) apunta a un crecimiento en torno al 2% para el año en curso, en línea con los pronósticos del Banco Central. Sin embargo, las proyecciones para el 2026 muestran una leve mejora, lo que sugiere que el dinamismo interno podría recuperarse gradualmente, dependiendo de factores externos y del ciclo político.
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Los analistas ven una evolución lenta del empleo formal, con expectativas estables en la tasa de desocupación. El consumo privado, por su parte, permanece como un componente débil en el modelo de recuperación, afectado por la persistencia del endeudamiento y la cautela de los hogares frente a la incertidumbre fiscal.
Según la encuesta, se prevé que el Banco Central mantenga la tasa de interés de política monetaria en niveles neutrales, con posibilidad de recortes moderados en el primer trimestre de 2026 si la inflación se comporta conforme a lo esperado. Este enfoque apunta a preservar la estabilidad sin comprometer la reactivación económica.
Las proyecciones también incorporan el impacto de factores internacionales como la volatilidad del cobre, las condiciones financieras globales y la evolución de la política monetaria en Estados Unidos. Si bien no se anticipan shocks externos inmediatos, el tono general es de cautela ante la persistencia de riesgos geopolíticos y comerciales.
