Bonos de Chile se acercan a mínimos de 15 años

Chile
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Los diferenciales de los bonos soberanos de Chile frente a la deuda estadounidense se aproximan a su nivel más bajo desde 2010, en un contexto marcado por las próximas elecciones presidenciales y la creciente incertidumbre en torno a la política fiscal de Estados Unidos.

El índice de bonos soberanos chilenos en dólares, medido por el JPMorgan EMBIG Diversified, se redujo la semana pasada a 105 puntos básicos sobre el rendimiento de los bonos del Tesoro, muy por debajo del pico de 388 puntos alcanzado durante la pandemia y apenas por encima del umbral de 102 puntos, mínimo registrado en 2010. Para los analistas, un nuevo ajuste a la baja es posible si se confirma un escenario político más amigable con los mercados.

“Esperamos una compresión adicional del spread si aumentan las probabilidades de un triunfo de centroderecha en noviembre”, comentó Pedro Quintanilla-Dieck, estratega de UBS. “Incluso un gobierno de derecha más radical podría mantener esa tendencia, aunque con menor intensidad”.

Chile destaca entre emergentes

El movimiento de los bonos chilenos contrasta con la evolución del resto de los mercados emergentes, cuyos diferenciales siguen anclados en niveles más elevados. Mientras tanto, los inversores internacionales se reposicionan tras las tensiones comerciales impulsadas por la administración Trump, que han reavivado la volatilidad global y redirigido flujos hacia activos percibidos como más estables.

A pesar de un crecimiento económico modesto —apenas del 2% este año—, la combinación de instituciones sólidas, deuda externa baja y una contienda presidencial que podría favorecer al libre mercado convierte a Chile en una de las apuestas más seguras dentro del universo emergente con grado de inversión.

William Snead, estratega de BBVA, coincide en que parte del estrechamiento se explica por factores globales: “Además del optimismo electoral en Chile, el reciente descenso en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. ha dado impulso a la deuda latinoamericana con grado de inversión”.

Los rendimientos a 30 años del Tesoro estadounidense cayeron recientemente al 4,99%, luego de haber tocado 5,15% en mayo, su nivel más alto en dos décadas.

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Panorama político y riesgos

Las elecciones presidenciales de noviembre, con una eventual segunda vuelta en diciembre, son un factor clave para los mercados. Las encuestas muestran como favorito al candidato ultraconservador José Antonio Kast, por delante de Evelyn Matthei (derecha moderada) y Jeannette Jara (izquierda comunista).

Un escenario similar al de 2010 —cuando la victoria de Sebastián Piñera coincidió con un auge del cobre y una reactivación poscrisis— podría repetirse en parte. Sin embargo, las circunstancias actuales son menos alentadoras en términos macroeconómicos.

Aun así, el mercado valora la posibilidad de un gobierno más predecible en lo económico. No obstante, analistas advierten que un eventual triunfo de Kast podría polarizar el Congreso y dificultar la aprobación de reformas estructurales.

“Un gobierno de derecha podría impulsar el clima empresarial, pero su agenda social conservadora también podría generar tensiones institucionales”, señaló Quintanilla-Dieck.

A juicio de varios analistas, incluso si se consolida un entorno político más favorable en Chile, el margen de compresión de los diferenciales dependerá cada vez más de los desarrollos en EE.UU. Factores como un repunte inflacionario por nuevos aranceles o un mayor déficit fiscal podrían forzar al alza los rendimientos de los bonos del Tesoro y, en consecuencia, estrechar aún más los spreads soberanos latinoamericanos.

Con información de Bloomberg