China anunció que dejará de solicitar el trato especial reservado a los países en desarrollo dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), un giro que responde a presiones de larga data de Estados Unidos y otros socios comerciales.
El Ministerio de Comercio chino explicó que la decisión busca “fortalecer el sistema multilateral de comercio” en un momento en el que el organismo enfrenta crecientes tensiones por guerras arancelarias y políticas proteccionistas.
Aunque Pekín evitó mencionar directamente a Washington, la medida llega tras años de críticas de EE.UU., que considera incompatible el estatus de país en desarrollo con el hecho de que China sea la segunda mayor economía del mundo.
Fin de un beneficio clave
La categoría de “país en desarrollo” en la OMC otorga ventajas como plazos más largos para abrir mercados, menor exigencia de compromisos de liberalización e incluso exenciones de aportes a fondos internacionales, como el destinado al cambio climático. Estados Unidos ha sostenido que mantener a China bajo esa figura le daba ventajas competitivas injustas frente a otras potencias industriales.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, calificó la decisión como “una gran noticia, clave para la reforma del organismo”, y agradeció públicamente al Gobierno chino en un mensaje en la red X: “Es la culminación de muchos años de trabajo”, afirmó.
El anuncio fue realizado por el primer ministro chino, Li Qiang, en un foro sobre desarrollo celebrado en Nueva York, al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas.
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Reacciones internacionales
La Comisión Europea celebró la decisión, pero reclamó mayor alcance. “Acogemos con satisfacción que China deje de acogerse a ese estatus en futuros acuerdos, pero creemos firmemente que también debe hacerlo respecto a los acuerdos existentes”, señaló el portavoz Olof Gill.
En paralelo, el sistema de resolución de disputas de la OMC sigue debilitado desde que en 2019 Estados Unidos bloqueó los nombramientos para su Órgano de Apelación, dejando al organismo sin capacidad plena para dirimir controversias.
China entre dos realidades
Aunque Pekín insiste en que sigue siendo un país de renta media y parte del mundo en desarrollo, su papel global ha cambiado. Además de ser un gigante exportador, se ha convertido en uno de los principales financiadores de proyectos de infraestructura en África, Asia y América Latina, a través de préstamos y megaproyectos ejecutados por conglomerados estatales chinos.
Con este paso, China intenta proyectar un compromiso con la reforma del comercio multilateral en un contexto en el que Estados Unidos y la Unión Europea presionan por reglas más estrictas y simétricas.
