El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó dos préstamos por un total de US$ 1.200 millones para apoyar reformas clave en Argentina orientadas a fortalecer la sostenibilidad fiscal, mejorar el clima de negocios y aumentar la competitividad. Los desembolsos se enmarcan en la nueva Estrategia País 2025-2028 del organismo y forman parte del paquete de asistencia por US$ 10.000 millones anunciado en abril para los próximos tres años.
Impulso a la recaudación y reducción de trabas burocráticas
El primer préstamo, por US$ 800 millones, es el segundo de una serie de créditos programáticos basados en políticas públicas (PBL, por sus siglas en inglés) y busca mejorar la eficiencia y equidad del sistema tributario.
Entre las medidas incluidas se encuentran la reducción de impuestos distorsivos, la eliminación de exenciones y deducciones, y la simplificación de los procesos de declaración de IVA e impuesto sobre la renta personal. También se prevé una reorientación del gasto público para mejorar la focalización de subsidios a los servicios de energía y agua, optimizar programas de asistencia social, aumentar la transparencia presupuestaria y fortalecer las relaciones fiscales entre distintos niveles de gobierno.
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El segundo préstamo, por US$ 400 millones, respalda reformas destinadas a reducir cargas regulatorias, incentivar la participación del sector privado y agilizar el comercio exterior. Para ello, se contempla la derogación o modificación de 700 normas obsoletas y la creación de una plataforma digital que permitirá reportar obstáculos burocráticos. Se espera que esta herramienta concentre más de 12.000 reportes hacia 2027.
Según el BID, estas reformas beneficiarán a unas 500.000 empresas al reducir costos de cumplimiento y abrir mercados hasta ahora dominados por empresas estatales. Asimismo, se proyecta un impacto positivo en la operativa de 24.000 importadores y 9.500 exportadores gracias a procesos de comercio exterior más ágiles y transparentes.
Ambos préstamos tienen un plazo de 20 años, un período de gracia de 5,5 años y una tasa de interés basada en el índice SOFR. La iniciativa del BID se alinea con el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial y refuerza el compromiso del país con la sostenibilidad fiscal y la transformación estructural de su economía.
